Blundstone nace en el año 1870, y su historia está ligada al desarrollo social e industrial de Tasmania, la isla oceánica donde tiene sede la marca.
Las icónicas botas de Blundstone, con su particular apariencia, son resistentes y cómodas independientemente del entorno, ya sea ciudad o montaña. Además, la firma australiana presume de la durabilidad y resistencia de su calzado, capaz de soportar diferentes inclemencias climatológicas.