La marca que le debe su nombre al ocho veces campeón de Grand Slams se ha convertido en una de las firmas referentes para los amantes de la moda underground.
Gran parte de su éxito lo asociamos a la cultura Mod, un movimiento muy asociado a las scooters (sobre todo Vespa y Lambretta), a la música, al nuevo jazz y al ska. Más tarde se sumó el interés por el blues y el R&B británico teniendo a bandas como The Who como referencia.
Lo que tenemos claro es que tanto sus polos como el resto de sus prendas han conseguido gustar a varias generaciones. Y seguro que seguirá siendo así.