Maison Labiche nace en París en 2011 inspirándose en una prenda icónica, universal y atemporal: la camiseta blanca.
Sus diseños se caracterizan por el minimalismo de los bordados. A diferencia de la estampación, en la que una imagen se asienta sobre el tejido, el bordado es una artesanía precisa, en la que el hilo se agarra a la prenda para formar una relación simbiótica y un resultado auténtico y único.